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Mi música

Eskorbuto fueron tres hijos de la calle. El nombre fue cosa de Roberto Moso, cantante de Zarama. Se lo sugirió por el aspecto enfermizo que ya lucían antes de ser famosos. Eran la margen izquierda de Bilbao. Nacidos en Santurtzi, un barrio bajo más que humilde. Eran esa clase de chinorris de barrio que decían verdades como puños.

 

Han dado guerra a diestro y siniestro. Los 80 fueron una época sin expectativas, tomarse la vida como un suicidio no era extraño. La reconversión industrial, el paro y la heroína bajo una tormenta terrorista crearon este movimiento tan sucio que luego fue realista y al final legendario con crestas de colores y chupas de cuero: el punk. Han editado un single, un LP mini compartido, dos LP sencillos y un LP doble.

 

El único superviviente de Eskorbuto es Pako Galán (batería). Jualma Suárez (bajo y voz) y Iosu Expósito (guitarra y voz) murieron por culpa de la heroína.

Anti Todo fue publicado en 1986. Para mí es una obra de arte. El LP fue grabado y mezclado en 36 horas. Ha estado descatalogado muchos años por problemas entre el grupo y su antigua discográfica por sus beneficios. Eskorbuto quiso recuperar el master de la grabación pero Discos Suicidas se negó a cedérselo. El grupo entró por su cuenta en las oficinas de la discográfica y se llevó la bobina. En mi opinión, hablar de Anti Todo es hablar de la sociedad actual, pocas cosas han cambiado.

Tengo 16 años. Me gustan los géneros underground y tengo predilección por el punk.

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